La palabra “rubí” significa rojo.
Esta piedra es de la misma familia mineral que los zafiros; es el mineral más duro después del diamante.
Es una piedra muy valorada por su escasez.
Las tonalidades del rubí incluyen rojo rosado intenso, rojo anaranjado, rojo violeta y rojo vino intenso.
El rubí suele ser transparente, aunque a veces presenta impurezas que favorece su opacidad.
Los rubíes se valoran en función de pureza, color, talla y tamaño.
Pureza: Entre más puro y menos inclusiones tenga, mayor su valor.
Color: El tono del rubí no debe ser ni muy alto ni muy bajo para mantener su alta calidad.
A medida que el color cambie acorde al tono, su valor disminuye.
Talla: Suelen presentarse en talla oval, redonda o esmeralda. Entre más se tenga que tallar, más alto su valor.
Peso: Entre mayor su peso, mayor su valor.